Orígenes históricos En las grandes civilizaciones teocráticas orientales, en las que se daba una íntima conexión entre la creencia religiosa dominante y la autoridad absoluta de los soberanos cualquier desviacionismo religioso o ideológico era severamente castigado. En este sentido, pues, no existía propiamente censura, sino que ésta se hallaba implícita en la estructura social misma. Así, por ejemplo, en la antigua China, el acceso a los puestos de gobierno se producía tras superar escrupulosos filtros establecidos en un sistema educativo que buscaba impregnar de confucianismo el comportamiento de los futuros señores exaltando los valores de la autoridad y del respeto a las normas tradicionales.